En la labor de docencia que desarrolla La Consulta de Enfermería 4 con las estudiantes de ultimo curso de la Diplomatura de Enfermeria, se incluye la formación en la elaboración de entradas de blog. Aspecto este que no es tenido en cuenta el la facultad y que consideramos de vital importan cia en el futuro desarrollo de las enfermeras. Por todo ello, las estudiantes han preparado un post sobre el dolor que reproduzco seguidamente. Las autoras son Jennifer Pérez Martí y Cristina Lamaza Salcedo
Introducción:
¿qué es el dolor?
De
acuerdo con la “Asotiaton Internacional of the study of the pain”,
el dolor se define como una experiencia (objetiva) y emocional
(subjetiva) sensorialmente desagradable asociada con un daño
tisular real o potencial.
Siempre
es un síntoma porque sólo la persona que lo percibe
puede describirlo, por lo tanto es muy difícil de medir. Para
todos nosotros el dolor es simplemente una sensación
desagradable de que algo está haciéndonos enfermar. Es un sentimiento subjetivo que todos aprendemos a
través de nuestras experiencias cuando todavía somos
niños.
El
dolor es real (no "ex Novo") y no
siempre tiene porqué existir conexión entre la
intensidad del dolor y la respuesta que tiene la persona ya que cada
uno aguanta de manera diferente el dolor, y por lo tanto, lo
manifestará de manera diferente. Todos
los seres vivos que
tienen un sistema nervioso, pueden sentir dolor.
En
nuestra piel, vísceras…
tenemos unos sensores denominados nociceptores, que captan una serie
de estímulos que se transfieren a las fibras sensitivas
anteriores (mielínica tipo A y amielínica tipo C) hasta
el asta posterior de la médula (llamada puerta de control).
Aquí
pueden pasar dos cosas; que la puerta se abra (entre el dolor) o que
se cierre (no pasa el dolor). Las
endorfinas y las células
P son las encargadas de que la puerta no se abra y que por lo tanto
no pase el dolor. Si
por el contrario la puerta
se abre, el dolor asciende hasta el córtex, que es donde el
dolor es percibido.
El
dolor puede ser de dos tipos:
Dolor
agudo:
Es
transitorio, no perdura en el tiempo.
Dolor
crónico:
Prevalencia
del dolor
La
prevalencia del dolor es exageradamente alta.
Las continuas visitas médicas demuestran una alta
incidencia:
Desde
nuestro punto de vista el tratamiento del dolor es insuficiente por
una falta de empatía con el paciente.
Seguimos
pensando que el dolor es 100% emocional o subjetiva y se nos olvida
que también tiene una parte sensitiva. Nunca se debe
infravalorar el dolor porque, como hemos mencionado anteriormente,
el dolor es siempre real.
La
reacción del profesional
puede ser de dos formas:
Ésto
es lo que hace difícil el tratamiento analgésico,
creando un conflicto entre el paciente y el profesional.
Pensamos
que hay que respetar estos aspectos en el tratamiento del dolor:
El
dolor está presente siempre que el paciente lo diga.
El
enfermo con dolor reacciona de manera global, física,
psicológica i social
El
dolor es individual y por
lo tanto muy subjetiva (pero no debemos olvidar su parte objetiva).
Para
el tratamiento del dolor, hay dos aspectos fundamentales: evaluar e
intervenir.
Desde
el punto de vista de la enfermería, para evitar la
infravaloración del dolor, se puede utilizar
el modelo de valoración de Loe ser. Este modelo incluye cuatro
apartados:
Nocicepción:
determina el origen y las causas del dolor
Presencia:
es lo que se puede observar del dolor.
Sufrimiento:
es el impacto emocional
Expresión:
como lo manifiesta conductualmente.
Estos
aspectos son los que tenemos que valorar para intervenir al paciente
y que, por lo tanto, reciba un tratamiento adecuado a su dolor.
Repercusiones
del dolor en la vida del paciente.
El
dolor puede tener un efecto devastador en la vida diaria de una
persona:
El
dolor puede estar vinculado a la depresión, trastornos de
ansiedad y sueño. Esto puede afectar a su capacidad para
realizar actividades cotidianas.
El
dolor puede afectar la capacidad de desarrollar cualquier actividad
diaria
El
dolor puede dificultar la movilidad o flexibilidad, que se puede
traducir en:
pérdida
de contactos sociales y relaciones.
Dificultad:
Dolores
innecesarios
Millones
de personas con cáncer y otras enfermedades sufren dolor
innecesario sin tener acceso a un tratamiento adecuado.
Tienen
un gran sufrimiento que a menudo dura meses y muchos mueren con dolor
innecesario que casi siempre puede evitarse.
En
la mayoría de los casos, el dolor se puede prevenir o reducir
con un tratamiento relativamente simple y barato, que puede mejorar
la calidad de vida de los pacientes.
Médicos
y otros profesionales de la salud tienen la obligación ética
de proporcionar una adecuada evaluación clínica de
pacientes con dolor y ofrecerles un tratamiento adecuado.
Negar
el tratamiento del dolor está violando el derecho a la salud y
es contraria a la ética médica.
Fármacos
para su tratamiento
La
escalera analgésica de la OMS consta de los siguientes
escalones, los cuales hay que ascender progresivamente.
Fármacos
coadyuvantes (antidepresivos/ antiepilépticos /corticoides…):
su administración es muy importante, especialmente en el
tratamiento del dolor neuropático, y está autorizada en
cualquiera de los peldaños de la escalera analgésica de
la OMS.
1º
Escalón
2º
Escalón
3º
Escalón
El
miedo al uso de los opioides
Las sustancias
psicotrópicas y narcóticas deben estar disponibles para
uso médico, por ejemplo para el tratamiento del dolor. Sin
embargo, el acceso a éstos y otros medicamentos fiscalizados
es limitado.
Un factor
importante que limita el acceso a los analgésicos opioides es
el temor al abuso y la dependencia. En la realidad, sin embargo, la
mayoría de los pacientes no se vuelven dependientes si los
medicamentos opioides se usan correctamente para aliviar el dolor.
El acceso al
tratamiento del dolor ha aumentado en los últimos años,
pero solo en un número reducido de países.
En 2003, seis
países desarrollados consumían el 79% de la morfina
utilizada en el mundo, mientras que a los países en desarrollo
apenas les correspondía un 6%.
En los países
en desarrollo tan solo un 2% de los consumidores de drogas
inyectables reciben medicamentos fiscalizados para el tratamiento de
la dependencia de opioides.
Un porcentaje de dependencia prácticamente inexistente.
Sin
embargo, el temor al uso de opioides
todavía es cercano tanto para los profesionales, como para los
pacientes.
Conclusión:
Opinión personal
En
resumen, el dolor es algo que está presente en la vida de la
gente y que como todo tenemos que paliarlo en la medida de lo posible
y con la precaución debida.
Siempre
debemos como profesionales de la salud darle la importancia que se
merece ya que como hemos explicado al principio no es 100% emocional,
si no que intervienen unas fibras sensitivas que se encuentran en
nuestro sistema nervioso y que por lo tanto mediante la química
podemos controlar.
Bibliografía